15 octubre, 2008

Valor

Ponte al frente del ejército

y no te dé miedo...

No pienses que es cobarde

que tiemblen tus rodillas,

cuando marchas al frente.

No pienses que tus dudas

acaban en la muerte.

Pisa alto y con firme paso

que la vida irá poniendo

peldaños a tu suerte.

Porque aunque alguno falle

siempre habrá otro

que no te falte...

Sí...pisa firme y no seas cobarde

que la vida no es nada más...

que enfrentarse a una muerte.

24 agosto, 2008

Amar


Quisiera realmente amar...

Para que desaparezca

la bruma que se pone

ante los ojos del espíritu.


Cuando amar es sólo

mirarse al ombligo

de uno mismo,


y no es mirar el ombligo del otro

dentro de su alma.

No es amar...


Ya que amar no es

querer para ser querido.

Si no que es querer para querer.

Amar para amar.

Sólo amor por amor...

25 abril, 2008

El misterio del tiempo

El tiempo que gran misterio...

Cuando eres un niño es lento,

pasan siglos ,en vez de días.

Todo ocurre despacio...

la memoria se alarga,

y la vida parece eterna...

Más tarde,en la adolescencia,

la multitud de impulsos

que te bombardean

hacen que el tiempo se acelere,

pero es aún pausado...

Con la adultez,empieza a embalarse,

cuando te das cuenta ha pasado un año,

y otro...como si fueran meses,días,horas...

Y llega la vejez...

y sigue siendo,

cada vez más veloz...

ya no se para ni un segundo,

va tan rápido que la vejez

transcurre recordando,

la memoria acumulada de la infancia...

Y casi no da tiempo a recordarlo todo,

cuando el tren llega,

y tienes que partir...

¡Qué misterioso es el tiempo de la vida!...


10 febrero, 2008

Ridículo



Qué ridículo es el ruido

de unas castañuelas en la

oscuridad...




Sin que suenen las palmas

compañeras



del que quiere cantar, hasta morir

bailando...




Qué ridículo es el ruido


que contamina tus pasos,


cuando pasas por mi lado...




Y no encuentras una brisa,


de aire de mi carne,


infectada de ruido...




De ruido impenetrable

a tus oidos...



01 enero, 2007

Epílogo

Despedida de un año que se

marcha,

borrando la huella

que nunca quedará ...

Un año más de ilusiones

frustadas,

de miedo, soledad, y tristeza.

Un año perdido en una vida

perdida.

Seguiran viniendo otros años que

quizás,no nos digan nada tampoco.

Todos parecen iguales,todos mueren

y vuelven a nacer,impersonales,caen

las hojas del calendario.

Cada año...como caen las hojas de los

árboles, o la lluvia.

La Naturaleza se repite y en esto está

su fealdad o su belleza.
No por volver más veces,la felicidad

es más felicidad.Sin embargo,la tristeza

aumenta, se acumula,

como las capas de sedimento

en el fondo de un rio,

y crece,crece...

Hasta que venga el gran año,

el año de la felicidad perpetua,

el año de la luz.

03 diciembre, 2006

Inocencia


Ví una vez cuando niño

una puerta engalanada de

flores.

Aparecían alegrías y sonrisas

colgadas del dintel.

Bellezas con labios rojizos y

 ojos rasgados de color negro.

Mi mirada dirigida a ellas

y temblorosa mi voz

y mis rodillas.

La timidez podía conmigo

ante aquél descubrimiento

que deslumbraba

mi ingenua visión de las cosas.

Incertidumbre y miedo

se conjugaban para impedir

que alguna rozara mis labios.

Un descubrir de algo

que avivaba en un interior

oculto y frágil.

Y que quedó olvidado y escondido

por miedo a que pudiera trastocar

un mundo distinto.

04 noviembre, 2006

En una tarde soleada de otoño.

El atardecer es

un momento del día

en el que aparecen musas,

que no vemos a lo largo

de todo el tiempo.

Las musas nos invitan a

revolotear

sobre burbujas que explotan

al contacto con la brisa,

de una tarde soleada de otoño.

Es un encuentro entre carnal y efímero, un soplo levemente

sentido en un oido

que está cerrado a palabras

de amor y de alegría.

Y despierta con el rugir de un vendaval, en una tarde soleada

de otoño.

Así, sentiremos algo inesperado

que nos invita a dar mil vueltas

a lo que creíamos perdido

y parece habernos encontrado.

No él a nosotros sino al contrario

de lo que siempre esperábamos

sentir,en una tarde soleada

de otoño.

En una tarde soleada de otoño,

estamos más cerca de lo que siempre

añoramos en la vida

y que nunca alcanzaríamos

sin este espacio del tiempo

que nos hace menos infelíces.

22 septiembre, 2006

Otoño


Otoño que no llega...
Un verano suave que se alarga
me hace echar de menos el otoño.

Otoño que invita
a recoger los pensamientos
que caen caducos
como las hojas
de los árboles.

Pensamientos olvidados
que mueren
para dejar nacer
otros nuevos.

Otoño que rehace lo viejo
y el invierno reserva
la semilla nueva
que germinará
en Primavera.

Las estaciones tienen mucho sentido
La Naturaleza ,de esta manera,
nos hace
volver a renacer.

Vivir una nueva vida,
renovarnos
por dentro y por fuera.

Otoño imprescindible,
te echo de menos.

Un Verano infinito,
una Primavera infinita,
un Invierno infinito,
es la muerte.

Necesito el Otoño
para expulsar
lo innecesario,
lo vacío,lo viejo,lo caduco...

Si no... entonces,no podré
volver a ser otro.

02 agosto, 2006

Nostalgia


La nostalgia fluye en la piel

como una droga desagradable

y placentera a la vez .

Sientes placer

un regusto de miel

que lames con ansia

y al saborearlo,amarga.

Quieres sentirla

y buscas en las fotos antiguas

de los viajes

que te hicieron felíz.

Ves caras pasadas,olvidadas

que un día untaron tu piel

de belleza enamorada,

pero que están

en el limbo del olvido.

Momentos felices

que salen por los poros

de tu cuerpo y de tu alma.

Recordando un fluido placentero

de pasión,alegría y tristeza.

Son pasajeros olvidados

en el último vagón,

del último tren,

del último tiempo pasado.

Sin embargo,la amiga nostalgia

vuelve a revivirlos

con el sabor agridulce

de los buenos recuerdos

que el tiempo se llevó.

¡Vuelve nostalgia!,

a traérmelos junto a la piel

del olvido.

15 julio, 2006

Lloro


Lloro,

cuando mis ojos

se secan

con el aire templado

de tus labios fingidos.

Presume

de esa envidia

que te hace

ver las branquias

del monstruo

que llevas

dentro de tí.

Lloro,

cuando encuentro

algo que no busco

y, sin embargo

pierdo la razón

por amar

sin freno

tus labios interiores.

Lloro,

cuando me estrujo

encorsetado

por el vientre

que gime

el placer

que tú esperabas.

Lloro,

cuando siempre

encuentro algo

cuando siempre

busco algo

cuando siempre

pierdo algo

de aquello

que no sé

qué es

pero que me invade

de apática tristeza.

Lloro,lloro,lloro

hasta quedar seco

como la tierra

de un pantano perdido

exprimido como

un solitario limón

encontrado

en un desierto

que se parece

al aire

que envuelve

mi alma y la tuya.