09 diciembre, 2008

Naúfrago

Ámbar tus ojos abiertos,

con la atarantada abertura

de un plazo vital

que hipoteca la carne

y la no-carne, el alma.

Y el alma abierta hasta el orgasmo ,

como sexo regado

de flujo sanguíneo

que causa placer y dolor

al mismo tiempo.

Y seguimos con placer

y sin placer,

con dolor y sin dolor,

con búsqueda y sin búsqueda.

Y sin no sé qué...

Y ,otra vez,y siempre igual...

¿Y qué queremos?,¿y qué buscamos?,

¿y adónde vamos?...

¿Y es que vamos a alguna parte?.

Y preguntándonos siempre...

Y queremos saber, ¿y para qué?...

¡Tanto saber!...

Si hemos naufragado ...

Y todavía ,

no hemos oteado tierra

en el horizonte...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reconocernos naufragos, aceptarnos naufragos, asumirnos naufragos y caminar aun. Ese es el secreto para hacer la vida soportable.
Felicitaciones. Me encantó.