28 junio, 2006

Neurosis


El dios deseo enfrentado a la

razón

destruye las columnas de un

palacio

rodeado de verdes esperanzas

floreadas.

El deseo menosprecia todo lo

que toca

es un tirano al que veneramos

como esclavos sumisos

sodomizados por mariposas de colores.

Queremos que nos reine

que nos humille

y brote sangre por los oidos

de los blasfemos.

Amamos la linea fronteriza

que los separa del infierno

a pesar de que se diluye

en el espacio,desaparece,

fundiéndose con él.

¡Juega conmigo!,

que quiero rendirme

ante tu poder

aunque pierda mi corazón

y mi espíritu.

¡Te la doy!,no la quiero

mientras te pueda sentir

dentro de mí

no quiero mi alma.

Amo el cuerpo

que se fusiona

con los átomos

de los que estás hecho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la neurosis que nos entra cuando no alcanzamos el amor,qué cierto!