A veces, lo más triste o no ,es el paisaje
de una vida vivida en un instante
en el que se pierden las ganas de
seguir mirando los árboles
borrosos por la luz de un porvenir
sujeto a la cambiante velocidad
de la vida que nos ha tocado vivir.
A pesar nuestro,la vida se contrae
y expande con vida propia.
Nos engulle con los colores
y grises que usa para pintarnos.
Nos envuelve en la crisálida tejida
con la seda que regurgita.
A pesar nuestro, nos vive sin perder
un instante.
Nos vive ella y sobre todo ella.
Nosotros ,a veces, podemos
ser espectadores o actores,
según nos quiera colocar en el paisaje
la vida.
Y así , será el paisaje en el que
nos descubriremos.
Somos parte del paisaje.
Volveré a encontrarte,
cada día te vas y vuelves.
No sé qué me maravilla de esa insistencia,
de esa repetición.
Pero volvemos a encontrarnos cada día
y me sigues pareciendo bella.
Ese final y ese principio,
principio y final, final y principio,
dónde empieza y dónde acaba,
no se sabe.
Bucle vital interminable
y no termines jamás.
Sigue regalándome tu belleza
sigue mostrándome tu magia.
Es mentira que seas más triste
que tu amanecer, puedes ser más
alegre y sobre todo más bella.
Depende con quién lo compartas
depende como esté tu corazón
depende de los ojos con que lo mires.
No es un final es un principio,
no se acaba, volvemos a empezar.
Yin y Yang melancólico y vital.
Alegría y tristeza unidas
Final y comienzo.
Vida, vida, vida.